Thursday, June 01, 2006

Ejercicios Espírituales de San Ignacio de Loyola




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Tan grande es el deseo que tiene Nuestro Señor de darse a nosotros, que multiplicó los medios de llevarlo a cabo, juntamente con los distintos sacramentos, nos ha señalado la oración, como fuente de gracia. Es evidente que los sacramentos, como se ha indicado repetidas veces en el transcurso de estas conferencias, producen la gracia por el hecho mismo de ser aplicados al alma que no pone óbice a su accion.

La oración es uno de los medios más necesarios para efectuar aquí en la tierra nuestra unión con Dios y nuestra imitación de Jesucristo. El contacto asiduo del alma con Dios en la fe por medio de la oración y la vida de oración, ayuda poderosamente a la transformación sobrenatural de nuestra alma. La oración bien hecha, la vida de oración, es transformante.

Muchas veces nos preguntamos por qué razón Dios no nos contesta, por qué razón Dios se queda callado. Muchos de nosotros quisiéramos que Él nos respondiera lo que deseamos oír, pero Dios no es así. Dios nos responde aún con el silencio. Él sabe lo que está haciendo.